En la actualidad se puede definir el sistema internacional como uni-multipolar, en donde Estados Unidos goza de su momento unipolar, frente a un orden multipolar en materia política económica. Esa realidad no hace que desaparezca la desigualdad que caracteriza al sistema internacional, en el cual las capacidades materiales definen qué posición se juega en el mundo. En este sentido la Unión Europea aún no se constituye como un polo efectivo de poder, ya que necesita fortalecer su política exterior común (seguridad y defensa) y aparecer internacionalmente como un bloque cohesionado económicamente. Asimismo, los europeos parecen estar preocupados por la política de Bush en Medio Oriente y su incondicional apoyo a Israel en desmedro de los palestinos. Sin embargo, el grado de unidad europeo presenta ciertas inquietudes en función del fuerte sentimiento de arraigo nacional en las identidades de los países que se han integrado, la falta de una cultura estratégica común, su falta de recursos militares, los intereses nacionales no siempre parecen coincidir. Estas características presentan a una Unión Europea débil que no es rival para Estados Unidos o por lo menos no representa mayor amenaza al liderazgo estadounidense. Ejemplo de ello ha sido la diferente postura tomada por grupos de países europeos ante su adhesión o no a la coalición norteamericana en la reciente intervención en Irak.
El apoyo estadounidense a la integración europea siempre ha sido condicionado a que ésta tome lugar dentro del marco de una comunidad atlántica dominada por los norteamericanos. Estados Unidos nunca ha querido una Europa Occidental de igual poderío, así que le conviene mantener divididos a los europeos, porque tal Europa podría ejercer su autonomía de maneras que colisionen con los intereses estadounidenses. La negativa de Estados Unidos a firmar los Acuerdos de Kioto, el Tratado sobre la Biodiversidad y la Nueva Convención sobre Armas Biológicas, así como su retiro del Tratado sobre Misiles Antibalísticos, y pasar por encima del Consejo de Seguridad de la ONU y actuar unilateralmente en Irak terminaron por convencer a muchos europeos de que el gobierno norteamericano está irremediablemente influenciado por una visión hobbesiana del mundo y que probablemente no cambiará nunca esa orientación. Los europeos están profundamente interesados en devaluar y finalmente erradicar las leyes brutales de un anárquico mundo hobbesiano, está a la búsqueda de un orden mundial basado en la idea kantiana de la paz perpetua
No es de sorprender entonces que Estados Unidos tratará de obstaculizar los intentos de la Unión Europea tendientes a la unidad política y la autosuficiencia estratégica. Tal es el caso del apoyo y la interferencia estadounidense para la incorporación de Turquia en la Unión Europea, pero para esta, Turquía necesita revisar tanto sus políticas como su sistema básico por no llenar las condiciones de entrada debido a su política económica, política con la etnia minoritaria y asuntos jurídicos y, en particular, su actitud con los kurdos reflejan las diferencias entre la UE y Turquía sobre los derechos humanos y los valores. Con la afiliación de ese país, la UE extenderá su frontera hasta el Medio Oriente, región considerada en general como extremadamente peligrosa. Si Turquía se involucra en un conflicto allí en el futuro, la UE no podría quedarse de brazos cruzados. A causa de su política exterior establecida y de su capacidad limitada, la UE encontraría difícil ejercer influencia en otros campos que no sean políticos, diplomáticos y económicos. La verdadera prueba consistirá entonces en ver si los Estados miembros de la Unión Europea están en condiciones de asegurar una presencia militar capaz de mantener la paz en el mundo y de adoptar una política externa lo suficientemente unitaria como para hablar en nombre de toda la población del continente.
Espacio dedicado al seguimiento y análisis de distintos temas de la agenda internacional, que presta especial atención a los países de América Latina frente a los desafíos y oportunidades de la dinámica globAL.
8 oct 2007
El nuevo orden norteamericano ¿la muerte del derecho?
Desde una visión realista de las relaciones internacionales, el dominio de la fuerza en las relaciones entre estados es consecuencia inevitable de la existencia de Estados soberanos (naturaleza humana inmutable) y de la ausencia de un poder central sobre ellos (anarquía). Estados Unidos en la actualidad aparece como un actor particularmente propenso a iniciar conflictos internacionales asumiendo un papel hegemónico en el concierto internacional en un modelo de sistema internacional caracterizado por la política de fuerza inspirada en las recetas del realismo político. Se personifica en la confianza hacia la fuerza militar en las relaciones internacionales y como consecuencia de esto la superioridad militar convencional y nuclear, la tendencia a dictar su voluntad sobre los otros, intervención en los asuntos internos de otros estados, negación de la coexistencia pacifica entre estados con diferente estructura social y la orientación al enfrentamiento. En el periodo de la Guerra Fría la fuerza norteamericana estaba dirigida contra los países socialistas y la contención del comunismo y especialmente contra la URSS, actualmente se caracteriza por apelar a “amenazas” como el terrorismo o el narcotráfico o a la búsqueda de la paz global para justificar la continuidad de su intervencionismo global.
La estrategia de contención ha dado paso a una nueva estrategia de acción preventiva. La nueva estrategia norteamericana sostiene que el “contra-balance” no es inevitable y que al principal hegemón (Estados Unidos) le corresponde prevenir la emergencia de posibles competidores. En los casos donde existe la amenaza de grandes potencias (China, Alemania, Japón), Estados Unidos debe aplicar una estrategia de re-aseguración, esto es, dominar militarmente aquellas regiones proveyendo seguridad y estimulando que dichos países dediquen sus recursos a mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos. En el caso de países menos desarrollados pero con capacidades militares importantes (Rusia, Irán, Irak, Siria, Corea del Norte), Estados Unidos debe ser capaz de prevenir su ascenso mediante guerras preventivas. Se sostiene que dicha potencia tiene la capacidad y la misión de posibilitar la estabilidad internacional por lo que atacar preventivamente sería legítimo, dado que dichas naciones estarían amenazando la estabilidad mundial. De ahí la convicción de la administración Bush de involucrarse en una guerra contra Irak: ellos están convencidos que la mejor forma de frenar el desarrollo de aquella potencia mediana es mediante una intervención preventiva.
¿Qué papel juegan el derecho internacional en el uso de la fuerza en el sistema internacional? La importancia quizá como sistema de normas, tiene un proposito, esta dirigido al aseguramiento de la paz internacional, a la coexistencia pacifica entre los estados con diferente estructura social y al desarrollo de la cooperación internacional. El derecho internacional ha establecido que los países tienen el derecho de responder ataques de otros países cuando existan claros indicios que el país agresor violará la soberanía nacional. En este sentido, el estado natural se conserva, detrás de toda una espesa red de tratados internacionales. No se establecen marcos para la aplicación de la fuerza, el derecho internacional puede ser interpretado de manera que sea conveniente para la consecución de los fines de la política exterior. Después del 11 de septiembre, EEUU ejerce su hegemonía basado en el poder de la fuerza y lo muestra con nitidez en las invasiones de Afganistán e Irak. El pleno dominio internacional de EEUU le permitió justificar la invasión a Irak como autodefensa preventiva por la existencia de armas de destrucción masiva que afectaban su seguridad nacional. Estas armas nunca se encontraron. Su extraordinario poder le permitió dejar de lado las decisiones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas violando el derecho internacional. Aún faltan mecanismos para hacer efectivas las normas del derecho internacional; pero eso no les resta un ápice de validez jurídica. La ONU y el papel desarrollado por el derecho ha perdido legitimidad porque no ha sido capaz de frenar la contención hegemónica de Estados Unidos, sino más bien es un obstáculo a la política de fuerza.
La estrategia de contención ha dado paso a una nueva estrategia de acción preventiva. La nueva estrategia norteamericana sostiene que el “contra-balance” no es inevitable y que al principal hegemón (Estados Unidos) le corresponde prevenir la emergencia de posibles competidores. En los casos donde existe la amenaza de grandes potencias (China, Alemania, Japón), Estados Unidos debe aplicar una estrategia de re-aseguración, esto es, dominar militarmente aquellas regiones proveyendo seguridad y estimulando que dichos países dediquen sus recursos a mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos. En el caso de países menos desarrollados pero con capacidades militares importantes (Rusia, Irán, Irak, Siria, Corea del Norte), Estados Unidos debe ser capaz de prevenir su ascenso mediante guerras preventivas. Se sostiene que dicha potencia tiene la capacidad y la misión de posibilitar la estabilidad internacional por lo que atacar preventivamente sería legítimo, dado que dichas naciones estarían amenazando la estabilidad mundial. De ahí la convicción de la administración Bush de involucrarse en una guerra contra Irak: ellos están convencidos que la mejor forma de frenar el desarrollo de aquella potencia mediana es mediante una intervención preventiva.
¿Qué papel juegan el derecho internacional en el uso de la fuerza en el sistema internacional? La importancia quizá como sistema de normas, tiene un proposito, esta dirigido al aseguramiento de la paz internacional, a la coexistencia pacifica entre los estados con diferente estructura social y al desarrollo de la cooperación internacional. El derecho internacional ha establecido que los países tienen el derecho de responder ataques de otros países cuando existan claros indicios que el país agresor violará la soberanía nacional. En este sentido, el estado natural se conserva, detrás de toda una espesa red de tratados internacionales. No se establecen marcos para la aplicación de la fuerza, el derecho internacional puede ser interpretado de manera que sea conveniente para la consecución de los fines de la política exterior. Después del 11 de septiembre, EEUU ejerce su hegemonía basado en el poder de la fuerza y lo muestra con nitidez en las invasiones de Afganistán e Irak. El pleno dominio internacional de EEUU le permitió justificar la invasión a Irak como autodefensa preventiva por la existencia de armas de destrucción masiva que afectaban su seguridad nacional. Estas armas nunca se encontraron. Su extraordinario poder le permitió dejar de lado las decisiones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas violando el derecho internacional. Aún faltan mecanismos para hacer efectivas las normas del derecho internacional; pero eso no les resta un ápice de validez jurídica. La ONU y el papel desarrollado por el derecho ha perdido legitimidad porque no ha sido capaz de frenar la contención hegemónica de Estados Unidos, sino más bien es un obstáculo a la política de fuerza.
17 ago 2007
input
En el pragmatismo no existe el conocer por conocer. Si algo no tiene un fin o uso determinado no hay razón para que tal cosa exista.